Jesús fue llamado, como otros, el Cristo. En realidad, «Cristo» no era un nombre sino un título, como ya sabemos.
Su mensaje «la verdad os hará libres» encierra en sí misma una filosofía de vida. Un objetivo: la libertad. Y el camino para llegar: la verdad, la limpieza, la honestidad, la sinceridad.
Una vez que hayamos conocido la auténtica verdad, según Jesús, seremos libres. Nada ni nadie nos podrán atar, amedrentar, manipular. Habremos reencontrado nuestro propio título de Cristos.
Y esa verdad hemos de encontrarla completa, no a medias ni deformada por nuestras propias creencias.
Buscar nuestra verdad como mujeres, sin buscar también nuestra verdad como parte de la Humanidad completa, sería inútil.No somos individuos separados de los demás. Somos carne de la carne, sangre de la sangre, luz de la luz, mente de la mente. Formamos cadenas que se interconectan en una red universal y eterna. No empezamos y acabamos, sino que continuamos. No sólo a través de la reproducción, sino a través de las huellas de nuestras vibraciones.
En este momento, la gran red humana está necesitando una gran cantidad de vibraciones maternales. Hay un exceso de ondas luchadoras, transformadoras, y se necesitan impulsos cuidadores, dadores de vida, nutricios, protectores, amamantadores. Se necesitan con urgencia, y es por ello por lo que vemos que en todo el planeta, la mujer está haciéndose escuchar.
Las mujeres cuidan la camada, sea del sexo que sea. Nutre a sus hijos e hijas, los cuida con dedicación y desvelo si hace falta. Lo hemos hecho siempre, y lo llevamos en el código genético.
Por supuesto, también las hay que prefieren vivir una vida menos maternal, pero esa información la siguen llevando en su propias células. Tenemos libertad para usarla o no, pero sigue estando allí.
De la misma forma, hay hombres que sí quieren aceptar su papel de padres-protectores, y otros que siguen siendo hijos que rivalizan por el amor de sus padres el resto de su vida, por lo que siempre verán al resto como a sus contrincantes. Tal vez, porque de pequeños no recibieron toda la atención que querían y necesitaban…
A nosotras, y a aquellos de ellos que quieran aceptar su papel de hombres y dejar atrás el de niños, nos toca en estos momentos dar el alimento cálido a nuestro mundo, cuidar que no le suba la fiebre, acariciarlo con luz, vigilar que no se haga daño y, sobre todo, ayudarlo a aprender y a convertirse en un adulto seguro, completo, capaz y consciente de su identidad y de la realidad en la que vive.
Todo esto debe ocurrir de forma rápida…la situación mundial lo necesita…. Necesitamos que las mujeres, ocupemos puestos en la sociedad,concientes de nuestro poder de LUZ, desde la familia hasta el Gobierno, en las empresas y en las instituciones públicas, en los medios de comunicación y en las calles.Sea cuál sea su ámbito…la mujer puede y debe derramar sus dones de amorosa contención al Planeta.
Lo necesitamos, porque somos las portadoras de la magia de la vida. Ellos aportan su semilla, y algunos colaboran después con su protección y aportando alimentos. Pero somos nosotras las que engendramos, en nuetra propia carne, la vida que siembra sus semillas estelares en este mundo. Son nuestros cuerpos, mentes, espíritus y almas quienes hacen posible que la vida se multiplique, que crezca en las condiciones necesarias. Nosotras los nutrimos, con nuestra carne y nuestra propia sangre, pero también con nuestras emociones, nuestro amor, nuestros cuidados, nuestros desvelos.
No sólo somos unos vientres reproductores con piernas. Somos los Seres (así, con mayúsculas), de quienes todos se alimentan, hombres y mujeres. Somos SAGRADAS, porque somos los receptáculos engendradores de vida humana. No hay nada ni nadie más que pueda hacer eso por nosotras, aún. Una máquina puede cobijar a un bebé prematuro, pero ese bebé no recibe de esa incubadora artifical lo que necesita a otros niveles más allá de las necesidades materiales.
Somos nosotras las que estamos aportando, además de la mitad de su ADN, VIDA con todas las letras.
Sí…SOMOS VALIOSAS, somos un tesoro de la Humanidad, más que cualquier copa ni que cualquier maravilla artísitica o arquitectónica. Porque sin nosotras,la raza no se reproduce…Menuda responsabilidad….
La mujer está empezando a ser consciente de su valor, y algunos hombres, en lugar de abrir los ojos y reconocer esa necesidad que él mismo tiene, se están dedicando a luchar contra ella e incluso matarla.
Hace una semana, en España se dio una estadística escalofriante: cuatro mujeres asesinadas el mismo día, víctimas de violencia doméstica, a manos de sus compañeros o ex-compañeros. ¡Cuatro mujeres el mismo día!
Está claro que el yin y el yan están luchando entre ellos de forma injusta y desigual, y que las vícitimas son las mujeres.
Nuestra especie debe cambiar su actitud ante sí misma, si quiere seguir existiendo.
Las mujeres debemos hacernos oír, no por nosotras, como harían ellos, sino por la Vida, como hacemos todas las madres …NOSOTRAS SOMOS EL SANTO GRIAL…. Nosotras somos el cáliz sagrado que porta la sangre del Hombre, ¿acaso lo dudas?
Se ha venido anunciando desde hace tiempo que pronto habrá un retroceso del patriarcado en favor del regreso del matriarcado.Ese momento es AHORA…y no hay un tocar de tambores anunciándolo…sino la simple necesidad de volver a la amorosa veta femenina,a la poderosa huella de las culturas ancestrales en donde la mujer…aún en el trasfondo,era la sabia guía de la corriente de la raza,
Una de las señales que nos pueden permitir reconocer que este cambio ya ha empezado es la gran ola de espiritualidad que está comenzando a envolver al mundo. La parte intuitiva, religiosa, mística, femenina del espíritu humano vuelve a tomar el poder.
La próxima generación de las monarquías europeas estará representada por mujeres en su gran mayoría. En muchos países y dentro de muchos campos de la vida (social, científico, político, económico, etc.) la mujer está ya ocupando lugares privilegiados, no como hace algunos años, emulando el papel del hombre, sino con total consciencia de su realidad femenina, aceptándola y engrandeciéndola.
Por esto, vemos que las aguas de nuestro planeta se revuelven, se agitan, están sacudiéndonos. El agua es y ha sido siempre la parte de nuestra composición física más sensible a nuestros cambios, sobre todo emocionales. Por eso, en el mundo onírico, el agua simboliza nuestro subconsciente, y en la Tierra, es el agua el que cobra importancia cuando los movimientos místicos, fanáticos, guerras santas y demás recobran importancia. Las aguas se revuelven… pero como siempre han hecho, volverán a su cauce… Y mientras, se revuelven, se levantan, provocan inundaciones, maremotos, se disuelven los casquetes polares para dar paso a un aumento del nivel de los océanos…Con un fín…la GESTACIÓN DE UNA NUEVA HUMANIDAD…
Aquí estamos nosotras acompañando el cambio y tratando de suavizar los DOLORES DEL PARTO.
La tierra necesita más espiritualidad, necesita aumentar su vibración femenina para contrarrestar la etapa en la que le tocó ser protagonista al papel masculino. Es el juego del equlibrio, de la balanza, del yin y el yan, de los opuestos que se atraen…cuanto más masculino, científico, técnico, práctico, ha sido un período, más emotivo, abstracto, teórico, humano será el siguiente….Y ESTAMOS EN ESE MOMENTO DE REEQUILIBRIO CÓSMICO.
POR ELLO,LAS LLAMO A HONRAR SU ESENCIA FEMENINA,POR LA PAZ,POR LA ARMONIA,POR LA LUZ…VERTIDA DESDE NOSOTRAS…COMO UNA COPA…EL SANTO GRIAL…HACIA TODO EL PLANETA…
Tomado de la web
</ UNETE A MUJERES ILUMINANDO EL CAMINO.. http://mujeresiluminandoelcamino.ning.com
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