EL AMOR ES EL CONTACTO CON UNO MISMO
Tanto recurrimos a la palabra Amor para definir el estado interno necesario que sostendrá el cambio de conciencia humana y planetaria que estamos creando. Pero, ¿qué es el Amor?
Primero que todo no es sólo el sentimiento que tenemos hacia otro ser humano
cuando decidimos vivir nuestra vida con ella o él; no es sólo el querer
entregarnos para que otros también puedan ser felices; y menos es postergarnos
para que los otros logren sus objetivos o sean cubiertos en sus necesidades,
como muchas veces pensamos que debemos actuar. Eso, queridos amigos, es parte
de una antigua forma de relacionarnos y de vivir la vida. Y si bien, tiene algo
de lo que verdaderamente es el Amor, es apenas un mínimo porcentaje de la
totalidad del Amor, y más aún en una conciencia todavía de separación y
dualidad, donde se instala la felicidad en un escenario externo a nosotros
mismos, dejando de centrarnos en nuestro interior.
El Amor es
la energía primordial que da vida a Todo lo que Es, y cómo pueden ver, más que
un sentimiento, es necesario comprender que el Amor es energía; la energía de
más alta vibración en el Universo conocido y en el Multiverso que se nos abre
ante nuestro corazón…, no sólo ante nuestros ojos.
Cuando
sentimos en lo más profundo se nuestro Ser que la Vida es hermosa porque
alguien te regala una sonrisa, o regalamos nosotros una sonrisa y alguien nos
la responde…, o cuando olemos una flor, o cuando vemos la inmensidad del mar o
el brillo de las estrellas, o cuando nos damos cuenta que la ciudad también
esconde esa Verdad original porque o sino no habrían Humanos bellos viviendo en
ella, en esos instantes nuestra vibración energética se eleva y parece que todo
cambia ante nuestros ojos, porque ya no estamos percibiendo sólo con ellos,
sino que ahora hemos sumado a esa visión nuestro corazón…, y el corazón
participa sólo cuando estamos en el Amor. Allí, nuestro Ser y nuestro cuerpo
son capaces de sentir lo inimaginable y estamos en condiciones de conectar con
Todo lo que Es en apertura y sin miedo, ya que en la elevada energía del Amor
podemos comprender que todo está en orden y que nosotros hemos sido
partícipes también de la creación de todo eso que nos rodea.
El Amor es
nuestro interior en apertura, en conexión, en confianza y principalmente, sin
miedo. Ah, mis queridos, sin miedo!!!!! Qué respiro, qué alivio, siéntanlo y su
energía tocará la del Amor y serán precisamente ese Amor, ya que éste no está
fuera de ustedes ni en otra persona; el Amor es ustedes mismos.
Ahora bien,
esta apertura a la confianza en la
Vida, esta pasión por vivir, este vibrar alto, no implica
-como antiguas escuelas podrán haber dicho- despegarnos de lo físico para
alcanzar el recuerdo de nuestra Verdad Espiritual. Todo lo contrario, hoy por
hoy, la Tierra
ya es el Cielo, y estamos en condiciones de traer con toda confianza esa
espiritualidad, esa divinidad que somos, hasta nuestro cuerpo físico para darle
un nuevo sentido a nuestra vida en la materialidad. Vibrar alto es sentir tu
cuerpo y reconocer lo hermoso que es, tal cual es hoy; vibrar alto es comer y
saborear sin culpas aquello que tanto te gusta, porque en el Amor por la vida
tu cuerpo es capaz de transformar lo que de nocivo podría tener ese alimento,
para que sólo te quedes con el placer de haberlo ingerido, etc., etc. La
experiencia humana como la conocemos ya es sagrada y espiritual, y si lo
aceptamos así, podremos llevarla a estados de vivencias
inimaginables para nuestra conciencia actual, pero que si las sentimos con el
corazón podremos saber que esas vivencias son posibles y que ya están hechas.
Sólo hace falta traerlas a nuestra realidad.
Pero
entremos a compartir un punto fundamental. Para llegar a conectar con el
Verdadero Amor, ese que nos dio vida, primero que todo tienes que amarte a ti
mismo. Esta es una de las más hermosas paradojas de la vida, y que consiste en
que para llegar a Amar profundamente toda la existencia y sus criaturas,
primero que todo se hace necesario soltar la atención de ello para centrarte en
ti mismo. Amarte, amarte, amarte, amarte sin condiciones, sin juicios, sin
culpas y sin miedo, porque eso abrirá las puertas para que percibas y sientas
el mundo sin ninguna condición, sin juicios, sin culpas y sin miedo…, sin miedo
incluso a ser amado por otro ser humano como tú.
Todo parte
por casa, como dicen por ahí…! Entonces contáctate con ese Amor que eres capaz
de sentir por ti mismo, por tu cuerpo, por tus manos, por tus ojos que te
hablan de Dios porque eres un reflejo de él, por tu pelo, por tus pies que
tocan la tierra…, y acaríciate, bésate y acéptate. Ama toda esa forma que te
rodea, ama al sol y a la luna, ama las nubes que nublan tu día, ama la lluvia
que moja tu calle, ama la calle por donde pasan los autos, ama los autos, los
perros, al gato que no te deja dormir, ama tu mente y todos tus pensamientos…
, ¿y cómo se hace esto? Estando en paz y en Amor contigo mismo, en contacto contigo mismo; ese estado te conectará con tu divinidad y lo sagrado en ti, dejando de intentar
volar fuera de tu cuerpo para alcanzar la paz. Recuerda que nuestra vida es en la Tierra, y en ella, así como
en la experiencia humana, está todo lo necesario para ser plenos. Esta es
nuestra casa, y
disfrutándola y amándola ya estaremos de regreso en el Hogar Original. En
definitiva es el recuerdo. Es el recuerdo de lo que en Verdad eres, y que todo
lo que quisimos vivir acá en este plano material refleja, sin excepciones, ese
origen amoroso y sagrado.
Así
entenderás que no hay bueno ni malo, ni alto ni bajo, sino sólo la experiencia
y el juego energético que la vida nos permite vivir. Y entenderás profundamente
que no hay nada malo o que necesites sanar en tu interior, y que sólo debes
aceptarte tal cual eres…, porque en Dios no hay maldad ni defectos, y tú eres
Dios. Siéntete, ámate y acéptate!!! Si buscas la perfección es necesario que
sepas que ese estado se logra aceptando tus propias dificultades y aparentes
defectos; así dejarán de serlo y serás perfecto. Es simple, ¿o no? Cómo tú
quieras…, está bien.
De esta
manera vuélcate al mundo, y verás otro escenario de juego y acción, porque tú
mismo estarás actuando en él desde la pasión sin límites y sin miedos que
habrás logrado en tu interior…, espacio que por ahora seguiremos llamando así
separándolo de lo externo, pero también comprenderás y principalmente sentirás,
que no hay separación entre ellos; interior y exterior son sólo UNA instancia
de experiencia. Esa es tu Verdad; esa es nuestra Verdad, la que brota de
nuestro corazón, uno despejado, un corazón amado por su Creador, por uno mismo.
El Amor es
entonces, CONTACTO. Eso te elevará por sobre el drama y la dependencia de los
consensos y te instalará, aquí mismo en la Tierra, en una realidad de felicidad, paz,
armonía y sin gravedad ni peso. Una realidad donde tu propio contacto te
conectará con los demás. Podrás sentir a los otros en Verdad, podrás
compartirte, podrás tocar a otro fundiéndote con él porque ya conocerás lo que
es tocarte a ti mismo con Amor. Ese contacto te instalará en una realidad en
que ya no busques la felicidad en otra persona, porque estarás cubierto de tu
propio Amor. Sí te compartirás con otro u otra, pero en la libertad de saberte
y sentirte autónomo; será un encuentro de individualidades libres de
dependencias, fundiéndose para ser parte del Todo. Ya no estarás en el juego de
creer que amas a otro cuando en verdad estás buscando que te amen, porque
todavía tú no has recordado la forma de cubrirte de amor por ti solo.
Amarte a sí mismo no es egoísmo, todo lo contrario, es llenarte de amor para
amar al mundo en plenitud, con fuerza y pasión, sin necesidad de que te sea
devuelto nada.
* * *
El Amor que
es nuestro origen, ese que a veces tanto añoramos, no se encuentra fuera de la
materialidad, no se encuentra necesariamente en los prados fuera de la ciudad,
no se encuentra necesariamente en los ángeles y guías que siempre nos
acompañan, sino que se encuentra en Todo lo que te rodea hoy mismo y en tu
interior. Detente, RESPIRA tranquilamente e irás encontrándolo en tu realidad
cotidiana. Créeme, te sonreirás con tanta ternura por haber creído que el Amor
estaba en cualquier otra parte, menos en ti y en tu día a día.
Y si no te
resulta, si te es pesado o muy difícil conquistar ese AUTOAMOR, ese contacto
contigo mismo para llegar a alcanzarlo con todo lo que te rodea, está bien…!
ámate en esa dificultad, porque ese eres tú. Acéptate en esa dificultad porque
nadie tiene un viaje igual que el de otro Ser viviendo en la Tierra. Tú eres único,
y ya encontrarás la forma de amarte y amar; y que de seguro no será una forma
rígida, estructurada ni aprendida, sino que partirá necesariamente del contacto
en Amor que vayas alcanzando contigo mismo…, y esos pasos sólo tú sabes darlos.
Así irás alcanzando la
Automaestría, recordando que todas las respuestas están en ti
mismo, cuando te dejes de juzgar y criticar. Solas llegarán.
Eres
valiente, querido, o sino, no estarías compartiendo la vida terrenal con todos
nosotros…, recuérdalo! Y recuerda principalmente que no hay técnicas ni
estrategias para llegar a Amarte, porque sólo basta con quererlo así y respirar
conscientemente para sentirte, y así amarte, amarte incluso si no puedes
respirar profundamente… , o no quieres, no importa, está bien. Es decir,
quítate el peso de tener que hacer algo específico, sólo ámate y todo estará
hecho.
El camino del amor
Los 11 pasos
Swami
Kurmarajadasa
1. Primero, contigo mismo.
Sólo cuando estás bien contigo mismo puedes estar bien con los demás
2. Manejar la soledad.
Sólo cuando manejas tu soledad puedes manejar una relación.
3. Sólo se da lo que se tiene.
Necesitas valorarte para valorar, quererte para querer, respetarte para
respetar, y aceptarte para aceptar, porque nadie puede dar lo que no tiene.
4. Paz interior.
Ninguna relación te dará la paz que tú mismo no crees en tu interior.
5. Fantasía que genera frustración.
Pretender que otra persona nos haga felices y llene todas nuestras expectativas
es una fantasía que sólo trae frustraciones.
6. Autonomía.
Ninguna relación te brindará felicidad que tú mismo no construyas.
7. Autosuficiencia.
Sólo podrás ser feliz con otra persona cuando, bien convencido, seas capaz de
decirle: «No te necesito para ser feliz».
8. Independencia
Sólo podrás amar siendo independiente hasta el punto de no tener que manipular
ni manejar a los que dices querer.
9. Requerimientos.
Para amar necesitas una humilde autosuficiencia, autoestima, y la práctica de
una libertad responsable.
10. Autoestima y madurez.
Ámate a ti mismo, madura, y el día que puedas decirle a esa otra persona
«Sin ti me la paso bien», ese día estarás preparado para vivir en
pareja.
11. Compartir.
Dos personas que vivan en pareja podrán ser felices sólo cuando se hayan unido
para compartir su felicidad, no para hacerse felices la una a la otra.
Conclusión:
Dos personas se aman únicamente cuando son capaces de vivir la una sin la otra,
pero deciden vivir juntas.