Entre el Sábado y el Domingo, dependiendo en qué franja horaria nos encontremos, estaremos cruzando el umbral de la Luna Nueva. Este encuentro mensual entre el Sol y la Luna en el mismo signo nos ofrece la oportunidad de revitalizar nuestras intenciones y de discernir qué queremos que nos acompañe en el camino hacia delante, y qué se queda atrás. Los días previos a la Luna Nueva son propicios para la limpieza, depuración, desintoxicación; para soltar lo que ya no nos es útil, y para entrar en el nuevo ciclo lunar con nuestras intenciones claras para que podamos usar el poder de la Luna creciente para manifestar lo nuevo en nuestra vida. Esta Luna Nueva en particular, en el signo de Virgo, nos invita a revisar la utilidad, la impecabilidad y la practicidad de nuestras decisiones y elecciones. Esta Luna Nueva nos invita a soñar con los pies firmes en la tierra, y a eliminar cualquier fantasía, cualquier proyección hacia el futuro, por más bella e idealista ésta que sea, si no está anclada en la realidad y en una verdadera posibilidad de manifestación. Este es uno de los desafíos de este tiempo : cómo manifestar nuestros ideales más elevados; cómo integrar nuestra visión en una práctica coherente; cómo encarnar nuestro espíritu en la materia; cómo anclar el cambio y transformar nuestra realidad personal y colectiva.
Mercurio en Virgo, que ya se ha adelantado al Sol, se encuentra en una conjunción de tres grados de esta Luna Nueva. La presencia de Mercurio en este umbral nos habla de que este es un momento en que la comunicación, nuestra palabra, es protagonista. Lo que decimos mueve energía y tiene consecuencias : lo que decimos y lo que no decimos impacta nuestra vida, impacta nuestras relaciones, impacta nuestra comunidad e impacta al mundo. Virgo rige el poder de lo pequeño , la fuerza del detalle. Con cada palabra que emitimos le damos forma a nuestros valores en el mundo y lo transformamos . Nuestra prédica nos define, habla de nosotros, y dibuja el camino de lo que queremos construir.
Bajo esta Luna Nueva es un buen momento para observar si lo que estamos manifestando en nuestra vida está alienado con nuestras intenciones y deseos, si corresponde a nuestros valores, y para ver si estamos usando el poder de nuestra palabra de manera constructiva o destructiva. Puesto de otra manera, bajo esta Luna es un buen momento para darnos cuenta cuánto desfase o alineación hay entre lo que predicamos y lo que caminamos, entre lo que decimos y lo que hacemos, y cómo nuestro diálogo interno y externo participa del cambio que nos influencia a todos y todas.
Virgo es un signo mutable, gobierna el cambio y se caracteriza por la flexibilidad. Es un signo vinculado a lo pulcro, a lo limpio, a lo ordenado. Es un signo cuya eficiencia nos da las herramientas para manifestar nuestra visión en acciones concretas, en estructuras sólidas. Virgo busca servir, ser útil y que se cumpla la tarea. Bajo el cielo actual, la mayor eficiencia a la que podemos aspirar , y con la cual podemos hacer una contribución positiva al mundo, es la de la impecabilidad, la integridad y la flexibilidad, tres cualidades importantes de este signo. ¿cómo servimos al mundo? ¿lo hacemos de manera limpia (íntegra)? ¿nos sostenemos en opiniones y decisiones rígidas? ¿estamos dispuestos a considerar nuevos puntos de vista?
Esta Luna Nueva marca un antes y un después. A partir de este nuevo ciclo entramos en un tiempo en que nuestros procesos de transformación se van acelerar e intensificar. Entramos en uno de los ciclos más intensos del año, y una de las virtudes que nos ofrece esta Luna para atravesar el caos natural que conlleva todo proceso de cambio tiene que ver con la impecabilidad de nuestras intenciones y decisiones. Cualquier agenda escondida, cualquier mentira que nos decimos a nosotros mismos, o a otras personas, cualquier secreto que implique terceras personas, cualquier autoengaño o engaño del cual participamos, cualquier media verdad, ambigüedad que manifestemos, tanto en la prédica como en la práctica, va a resultar determinante en la manera en que vamos a movernos durante los próximos tres meses, y más adelante. Es importante recordar que todo lo que ocurre fuera de nosotros -en la esfera colectiva mundial, tanto en lo social, en lo político, en lo religioso y en lo económico- es un reflejo, a una escala macro, de nuestro mundo interior. Ahora mismo el escenario interno y el escenario externo es el mismo. Nuestra emociones y nuestros pensamientos influencian los acontecimientos a la misma vez que somos influenciados por los acontecimientos. No hay separación : lo personal es político y lo político es personal. En este sentido cualquier desfase (no alienación) entre lo que predicamos y lo que hacemos es parte del escenario colectivo.
La sombra de Virgo está vinculada a la crítica. La crítica destructiva tiene que ver con delatar lo que no funciona fuera de nosotros sin ofrecer soluciones constructivas. La crítica interna tiene que ver con centrarnos en lo que no sabemos, o no podemos hacer, en vez de enfocarnos en lo que sí podemos o queremos hacer. Si criticamos a los políticos o a los banqueros, por ejemplo, por corrupción y engaño, es importante que seamos capaz de ver en qué aspectos de nuestra vida somos contribuyentes del sistema que los ampara. ¿qué estamos haciendo? ¿qué no estamos haciendo? ¿qué podemos hacer y qué podemos dejar de hacer? ¿qué estamos y que no estamos dispuestos a hacer? Y sobe todo : ¿qué hacemos con lo que nos acontece?
Todos somos parte de un sistema (sea político, económico, cultural) que está demostrando los profundos niveles de corrupción, de mentira, de engaño con los que opera; sin contar que estamos dándonos cuenta que para sostener este sistema, tal y como está ahora, implica ser cómplice de la devastación de los recursos del nuestro planeta, la explotación y esclavitud de millones de seres humanos para el beneficio y enriquecimiento de una elite, el sostenimiento de guerras y la violencia, y el altísimo costo que tiene todo esto para las futuras generaciones. Para muchas personas esta realidad es una historia antigua, que ha sido señalada y delatada, y por la cual muchos han sido silenciados y perseguidos durante años. Ahora la historia está cambiando y la verdad emerge de la sombra del silencio. Es probable que solo estemos experimentando la punta del iceberg de una realización mucho más profunda del engaño y la negación colectiva que nos ha enajenado de esta realidad. Muchos estamos despiertos, otro estamos el un proceso de tomar conciencia , mientras que otros seguimos convencidos de que el sueño y las agendas de otros son nuestro propio sueño y nuestra propia agenda.
Los tres días siguientes a la Luna Nueva son días mágicos y alquímicos en los cuales tenemos acceso a la energía del Universo, de la Fuente de la Creación, para enfocar nuestra intención hacia la dirección que queremos. Es un tiempo ideal para alinear nuestro propósito personal con el Cosmos, para nosotros y por todas nuestras relaciones. Estos próximos tres días, después de la Luna Nueva en Virgo, y las próximas dos semanas, son tal vez los más potentes del todo el 2012, por lo cual es fundamental que tomemos esta oportunidad para alinearnos con nuestras intenciones más claras , limpias y elevadas para nuestra vida , para el colectivo y para toda la vida planetaria. Este es un umbral en el que dentro de unos meses agradeceremos la voluntad y el compromiso de haberlo cruzado con conciencia, de haber aprovechado esta puerta de transformación a favor de la vida, de la verdad y del amor. Agradeceremos la oportunidad de haber cruzado este umbral desde la impecabilidad de nuestra intención armonizada con nuestro corazón a beneficio de todos, no solo de nosotros mismos.
El 17 de este mes la Luna en Libra hará una oposición con Urano en Aries y una cuadratura con Pluto en Capricornio; el 18 Pluto recupera su marcha directa; y el 19 Urano y Pluto hacen la segunda cuadratura del año. Esta segunda cuadratura es probablemente la más potente de las siete (faltarán cinco entre el 2013 al 2015) ya que Pluto estará estacionado, lo que implica que su poder se focaliza; y porque los Nodos Lunares y Marte se encuentran en Escorpio, signo regido por Pluto. La luna Nueva en Virgo hace además un ángulo exacto con los nodos de la Luna en Escorpio. La historia detrás de este despliegue astral nos habla de que nos debemos preparar para que antiguos patrones destructivos y tóxicos salgan a la luz, tanto a nivel interno como externo. Los Nodos Lunares (el eje del karma y la liberación) se encuentran en Tauro y Escorpio, lo que nos indica que llegó el momento de mirar de frente cómo nuestra necesidad de seguridad material, nuestro apego a personas y situaciones, no solo bloquean nuestra evolución personal, sino que al resistirnos a soltar lo que ya no es útil para nuestra evolución personal, contribuimos al bloqueo de la evolución colectiva.
Bajo este cielo, y en los próximos meses, es vital que aprendamos a soltar, a dejar ir, que nos liberemos de cargas materiales innecesarias , que cuidemos nuestros recursos, que editemos lo que sobra, por nuestro bien y el de todos. Es vital que aceptemos y reconozcamos nuestras resistencias a dejar ir lo que hasta ahora nos ha definido, que aceptemos nuestras resistencias a la caída de un orden de vida, de una estructura y de un sistema (personal y colectivo) que está condenado a morir, en el cual y del cual hemos vivido hasta ahora. Pluto en Capricornio no tiene otra misión que la de llevar a cabo esta tarea . Si lo ayudamos, si decimos que sí a este proceso, entonces contribuimos a que la nueva energía que emerge, la energía evolutiva de Urano en Aries, se abra paso sin causar mayores estragos. Cuanta más resistencia pongamos a este proceso de muerte y transformación, más difícil es que la expresión de lo nuevo se haga visible. Necesitamos que esta energía se manifieste, ya que es al darle paso y verla que comprobamos que la destrucción y la muerte a la que Pluto nos invita no implica una aniquilación, solo un cambio. La forma que este cambio adopte depende de nosotros. El cambio es inevitable, sin embargo, la forma y la manera en que éste se expresa está en nuestras manos. Es lo que hacemos con lo que nos acontece lo que determina los acontecimientos.
La frecuencia energética de estos días y meses no conducen ni a la estabilidad ni a la seguridad. Es importante que seamos capaces de renovar nuestras decisiones y que sean consecuentes con el cambio que queremos manifestar en nuestra vida, decisiones que nos saquen de la repetición, del miedo y de la necesidad de mantener las cosas como están. Es importante que podamos reconocer lo patrones destructivos y tóxicos que nos mantienen en un lugar de resistencia , miedo o comodidad, para abrazar las nuevas energías que piden expresión, apertura y expansión. Los tránsitos planetarios nos van empujar y desafiar a fluir con la ola de cambio en vez de intentar controlarla. La flexibilidad de Virgo nos invita a que invoquemos nuestra capacidad de sostener nuestra adaptabilidad en medio de la incertidumbre, y que en vez de aferrarnos en preservar lo que tenemos seamos capaces, junto a otros, de crear y manifestar otras maneras de convivir con la nueva realidad que se abre paso.
Este es un tiempo en que profundas energías del inconciente emergen a la superficie de nuestra conciencia hacia la luz. Lo nuevo solo puede expresarse si las dinámicas de los viejos paradigmas que nos controlan son erradicados. Esto implica un proceso de sanación ya que todos compartimos la herida del alma humanitaria, la herida de nuestro planeta, la herida del abuso y del engaño perpetuado a través de siglos hacia la mujeres, hacia las comunidades indígenas, hacia los más débiles. Esta Luna Nueva nos invita a honrar estas heridas como la fuente de nuestro poder, ya que es al enfrentar nuestro dolor que nos liberamos de su yugo. Solo así conquistamos nuestro miedo y lo transformamos en amor y aceptación. Esta es la receta alquímica de estos tiempos. Somos alquimistas que convierten el miedo en amor. La llave de este proceso de cambio la tenemos cada uno de nosotros en nuestro corazón, ya que es nuestro amor a la vida el que nos da la fuerza y la integridad para atravesar cualquier miedo.
Durante los próximos meses, la intensidad de los tránsitos y la potencia de Pluto, nos habla de una intensificación de los factores externos que avivan el miedo en nosotros. Pueden surgir situaciones que activen nuestra memoria ancestral de traumas , capas invisibles, hasta ahora ocultas, de nuestro miedo. Esta es la oportunidad que tenemos : acoger este proceso, reconocer estas energías del miedo en nosotros y liberarlas. ¿cuál es nuestro mayor miedo? ¿perder la vida? ¿perder el trabajo? ¿perder a alguien? ¿perder nuestro dinero, nuestras propiedades? ¿perder nuestra identidad, nuestra reputación?
Todos podemos encontrar los lugares en los que nos sentimos oprimidos, impotentes, lugares en los que nos censuramos, en los que estamos bloqueados, lugares en los que no nos atrevemos, no podemos, no sabemos. Estos lugares son espacios en nuestro interior, puertas que nos llevan a lugares en que la luz del amor no ha conquistado el miedo causado por nuestras heridas. La oportunidad de entrar en estos lugares es ahora. Lo que emerge hacia fuera nos puede asustar pero no resiste la fuerza de nuestro amor y de nuestra aceptación.
Virgo nos pide que nos pongamos manos a la obra, que nos remanguemos las mangas y hagamos el trabajo de mirar de frente los lugares en que hemos negado la vida y el amor, los lugares en que nos hemos auto engañado y hemos participado del autengaño colectivo . Este es un tiempo para colaborar con este proceso de transformación. Es un tiempo de asumir el liderazgo de nuestro propio proceso de cambio, con coraje, de decir que sí y de asumir la responsabilidad de este proceso a sabiendas que estamos contribuyendo al cambio colectivo. Esto inevitablemente implica una muerte. Pluto nos enseña que quien único muere es nuestro ego y tal vez nuestro cuerpo, pero que el alma es inmortal e imperecedera .
En estas dos semanas la energía de Virgo y Piscis es fundamental para que podamos integrar nuestro proceso de transformación. Esta Luna Nueva nos invita a usar esta energía para enfocarnos en la tarea e iniciar un proceso de sanación profundo. Esta sanación implica integrar las energías de la materia (Virgo) y la energía del espíritu (Piscis).
La herida detrás de toda herida es la de nuestra separación, desconexión con el espíritu. La energía de estos tiempos nos pide que anclemos la energía espiritual en la materia, que estemos firmemente anclados a la vez que nuestras intenciones y acciones están conectadas con nuestro espíritu. Virgo nos pide un acercamiento práctico y realista a nuestra espiritualidad, que seamos capaces de sostener la energía en una rutina, práctica, compromiso, diario. Si estamos seducidos por fantasías idealistas que pasan por la palabra pero que no llegan a la acción, es tiempo de revisar nuestra necesidad de escapar de la realidad en vez de transformarla. Es en esta práctica diaria de sostener nuestra conexión, de cuidar nuestro proceso y de hacernos cargo de la tarea de nuestra transformación que podemos estar atentos y a la escucha de los detalles que delatan nuestras propias trampas internas. Es en el día a día que vemos cuan alineados (o no) estamos con nuestra verdad, o cuando y cómo nos saboteamos, resistimos, sentimos miedos, nos mentimos, nos engañamos, etc. Es en la práctica diaria que podemos trabajar en nuestra impecabilidad y corregirnos. Solo desde este lugar podremos tomar las decisiones que nos liberen.
La conexión de Virgo con la Madre Tierra es muy profunda.Esta Luna nueva en Virgo nos invita a que nuestras intenciones tomen en cuenta a la Tierra, sus recursos y todos los seres vivos que la poblamos. Esta Luna Nueva nos invita a que nuestro discurso y nuestra práctica sean uno, que seamos concientes de qué apoyamos con nuestro consumo, qué sustentamos con nuestras acciones y decisiones .
Esta Luna Nueva nos invita a dar un paso más en el ejercicio de nuestra impecabilidad, ya que es a medida que sanamos y despertamos que nos hacemos concientes de nuestra participación en aquello que criticamos. A medida que estamos dispuestos a soltar lo falso y enfermo en nosotros, vamos liberando al colectivo de lo falso y lo enfermo. En algún punto del camino este proceso nos invita a un cambio en nuestra manera de habitar la materia, de manejar nuestros recursos y de consumir. Esa es una de las lecciones del eje de Virgo y Piscis : no puede haber un verdadero camino espiritual sin que se refleje en la materia, en la práctica; no puede haber un despertar espiritual que no alumbre la realidad y la transforme. Este es el cambio que estamos decidiendo y eligiendo, aquí y ahora, no solo en la teoría, sino en la práctica.
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